Johann Heinrich Füssli. “El artista conmocionado por la grandeza de las ruinas antiguas” |
Frente
a lo que parece, la poesía no se debe escribir desde el aire.
Hay
que arrastrar las palmas por el suelo sin que entre una sola burbuja
Sintiendo
totalmente la solidez del suelo.
La
prosa es aérea, sin embargo, y está toda a una altura
Entre
la cabeza y el talle, cómoda para coger.
La
prosa simplemente la movemos de sitio: la proyectamos, las agarramos
o la meneamos
(Está
flotando como peces perezosos en nuestro medio social).
La
poesía está a punto de ser parida de las superficies -¡y
deseándolo!- pero no sin nuestro concurso.
Por
lo tanto es una transformación: de objetos a palabras, de historia a
imagen, de sentimientos a objetos.
La
energía liberada en la transformación se percibe como belleza.
Las
personas que necesitan transformar mucho son poetas.
(Poema de mi libro "Espada de sentido")
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