El quimérico frío
Silencioso, primero aprehensible por la mente;
Alimento para la mente.
Hoy,
de repente, está detrás de esa ventana
Y
la mente sabe, con placer masoquista,
Austero,
Que
nos vamos a hundir en él
Que
nos va a maridar no sabemos desde qué
momento
Con
no sentida cópula
(Como
la novia no sabemos
Con
el que su lado ya frecuenta)
Pero
inexorable, como un destino
(Eso
que no podemos ahora, que nos flota
Por
encima, un destino).
Como
una sucesión de palabras formarán fatalmente un golpe
Completo.
El
quimérico frío ha fecundado los objetos
De
fuera: ¡Escucha su silencio!
Escucha
a los objetos, que ya no irradian
Sino
piensan.
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