Un
soneto, en los días del pasado
En
los que el sol no daba alternativas
Y
era pesado como los objetos
Que
fijaban el curso de la vida,
Las
noches eran sombra pavorosa
Y
los días, reto sin garantías...
Era
como el oro y los cuentos:
Herramienta
de mágica subida;
Era
hacer, con ayuda de los dedos,
Con
la masa corriente de los días,
Un
fideo más fino en los tercetos,
Una
luz de artificio con conceptos
(Ya
teníamos el pan de cada día),
Polvo
de solimán o brujería.
©
Luis de la Rosa
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