Hay una flor
Que salta, violeta, de bocas de metal,
Que brinca de recuerdo a tono de mensaje,
De luz tenue de bar a luz tenue de bar.
Por una flor,
En un mundo de coches aparcados o maniobrando,
O donde las voces se galvanizan para cubrir a las personas;
Por una flor se tira al suelo lo racional
Y se lanza uno a correr en la oscuridad.
Y luego condescenderán
En su mundo de piedras fijadas al suelo:
"¿No veía lo que arriesgaba
Por el simple señuelo de una flor?"
©
Luis de la Rosa
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