El
hombre de las puertas.
Siempre
aireado por las corrientes.
Un
hombre que da la espalda
Al
lugar donde está y siempre mira de frente.
Y
si para marchar adelante, primero
Quiere
descubrir dónde está,
El
lugar es extrañamente transparente, pues es un umbral.
El
hombre detenido en la puerta
Por
un extraño magnetismo
O
por la orden del guardián de Kafka
Que
éste nunca ha expresado.
Todo
es paisaje, nada es vivencia
Para
un hombre que vive en la puerta.
El
hombre al que atropellan los años en la puerta.
Perdió
los trenes pues los esperaba tumbado en los raíles.
Su
vida era un infierno, pero se sintió ganador,
Pues
encontraba salidas, puertas.
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