sábado, 20 de enero de 2018

Maquiavelo de travelo




   Los políticos del establishment decían, cuando necesitaban manipular las conciencias
   O dar un discurso ready made a los que querían acallarla:
   “No vamos a ocuparnos de esta cuestión”
No entraban en si dentro de la cuestión el tufo a podrido era indiscutible
Porque la respuesta hubiera sido obvia—,
No vamos a ocuparnos de este problema
Porque no es algo que preocupe a los ciudadanos”.
Los partidos progresistas atacaron este discurso
Con las armas de sus críticas aceradas,
Pero los ciudadanos que lo compraban ya tenían su escudo
Multifunción: protege, impide ver y también que te vean tal como eres.

Mucho después aparentemente,
Cientos de telediarios y focos de interés pasajero más tarde,
En otro contexto totalmente distinto
Pero en realidad no tan lejano en el tiempo,
Dijo el líder del partido progresista:
Nuestra nueva estrategia
Es olvidarnos de esa cuestión” (que algunos necesitan que abordemos)
Y centrarnos en los auténticos problemas de los ciudadanos,
Esos que ya teníamos apuntados en nuestra agenda.”
(Los ciudadanos que tengan otros problemas
Más vale que se callen intimidados
Por estos otros, que son mayoría).

Llegado a este punto, me desasosegó esta pregunta:
Cuando esa cosa que, al ser transparente, casi no se ve la honestidad
La apartan unos y otros
Y parece que ya no le dejan espacio en ninguna posición del espectro
¿Desaparece o queda abandonada en algún lugar?
¿Adónde ha ido a parar?

Probablemente adonde no hay poder,
Un lugar que no le interesa a nadie
Y nadie intenta controlar.
Resiste en las vidas de las personas cuya voz es ignorada
O a quien no le dejan siquiera articular su lenguaje en voz,
Resiste en los compartimentos estancos que escuchan y piensan
Pero no se montan en las palabras como si fueran bólidos de chapa
Útiles para adelantar posiciones o atropellar
Y no herbívoros que nos pueden conducir a la verdad si los seguimos sin violentarlos.
Resiste en quienes no se ponen las palabras como gafas de realidad virtual
La consigna tácita
Sino que las contemplan hasta que adelgazan
Y se ve por entre ellas la luz exacta del día.
                                                                                                                                                                                                      © Luis de la Rosa Rivera