domingo, 22 de diciembre de 2019

Cabriola

Lo mismo que una pirueta física
Me lanza del suelo duro
Del no sentirme
A las alturas ventiladas del estar vivo
Cuando ni los más trabajosos procedimientos lo conseguían,
Un pequeño empujón de fuera a las emociones
Y pierdo mi elaborada lógica;
Vuelvo a ser un alevín
En el río joven,
Solo empujado por la corriente saltarina
Y sin nada propio dentro.

Y qué felicidad y qué vergüenza.


                                                                                                                                   
© Luis de la Rosa Rivera

viernes, 19 de julio de 2019

Quevedo sale de su tumba para escribir un soneto sobre FaceApp (la ocasión lo merecía)




En color, de hace décadas ya hay fotos
Que parecen tomadas ayer mismo
Y, al mirarlas un joven, ve el abismo
Comparando a quien tienen rostros rotos


Con su cara de treinta años antes,
Que es la misma del chico observador.
El presente adelgaza: es el horror
Del futuro teniendo nuestro instante.


Sale a la calle, ve que desatada
Corre la gente con un nuevo ingenio.
FaceApp se llama; muestra una mirada


A tu cara de dentro de decenios:
De un extraño parece, arrugada.
Ni individuos ya somos: polvo, nada.
             
© Luis de la Rosa Rivera


sábado, 2 de febrero de 2019

Un dilema



Como cuando se dice "el no ya lo tienes", puede decirse "la muerte ya la tienes".

Conformarte con un premio de consolación mientras esperas el gran desahucio
Aunque suena a razonable, es dejar vida sin utilizar, guardada en un armario.
¿Mejor arriesgarse a perderlo todo antes de que toque perderlo todo,
O quedarse con la ganancia que perderás, pero hacer un tic de confirmación
De lo que se entiende por "no fracaso"
Mientras miras desfilar la cabalgata de la vida
Y dentro tratas de mantener oscura la zona de los deseos insatisfechos?
¿Qué eliges tomar, lo que te ofrece un prójimo a la humilde luz de una vela,
O como Quijote patético frisando en la cincuentena
Te lanzas a conseguir un deseo volviendo a iniciar una curva vertiginosa
Ahora que habías conseguido un raro tránsito de tu luna con la Tierra?

Seguro que don Quijote, cuando decidió hacer brotar 
Los libros que tanto calentó en la incubadora
De su mollera hirviente,
También pensó, con cuerda locura, que la muerte ya la tenía.

Seguro que sus anodinos prójimos también pensaron que antes que hacer como él
Era mejor la muerte.

                                                                                                                                 © Luis de la Rosa Rivera