Una calle de Génova (foto del autor) |
El Sur se pasea ante tus ojos con la piel morena de sus iglesias y sus muros,
Te fascina con las nalgas perfectas de sus cúpulas,
Ayudado por la sonrisa alcahueta del sol.
Pero el Sur no te quiere, incluso aunque a veces te mire
(Quien sabe el secreto de las negras campanas allá lejos en la torre).
Una vez sujeto, el Sur te dará una celosía, o una reja o unas murallas cerradas.
La belleza del tigre es una trampa que la naturaleza ha creado y la usa sin explicarla.
© Luis de la Rosa Rivera