Alejandra Pizarnik (1936-1972) es nuestra Anne Sexton, nuestra Marilyn, nuestra gran poeta del siglo XX. Digo nuestra no refiriéndome a España, sino a nuestra lengua común, ese tesoro en el fondo tan poco valorado. Ella era porteña, de ascendencia centroeuropea. Si hubiera nacido en Estados Unidos, sería obligatoria en todos los colegios; si fuera francesa, sería el icono que aparecería en los billetes de los antiguos francos. Ay, pero era de un país de habla hispana. O sea que no es muy recordada, ni valorada como se merece. Además, no se le entiende muy bien, así que los que hablan de literatura prefieren quedarse con Gabriela Mistral o con Alfonsina Storni. ¿No es hora de que se vayan renovando un poco?
Además, habla de cosas que también les pasan a las mujeres, como sentir el goce del sexo...
AMANTES
una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío.
...pasar noches en vela por desamor...
LOS OJOS ABIERTOS
Alguien mide sollozando
la extensión del alba.
Alguien apuñala la almohada
en busca de su imposible
lugar de reposo.
...y refugiarse en cuerpos sin alma para curar la herida...
LOS TRABAJOS Y LAS NOCHES
para reconocer en la sed mi emblema
para significar el único sueño
para no sustentarme de nuevo en el amor
he sido toda ofrenda
un puro errar
de loba en el bosque
en la noche de los cuerpos
para decir la palabra inocente