sábado, 12 de diciembre de 2015

¿Qué poesía?




¿Ir a la cocina
Y poner a cocer unas palabras,
O abrir la puerta cuando suena el timbre
Y dejarse agarrar por la efigie pavorosa del extraño?

¿Menear las palabras en tu mano
Como las teclas del móvil,
Con el ego y los pies
Bien puestos en el suelo;
O no quitarte del resquicio
Entre golpe y consecuencia
Y fotografiar al tunante huidizo
Que iba a esconderse?

¿Atreverse a traer sin anunciar
Un invitado desconocido
A la velada con tus amigos en casa
Y que se derrame la copa y dé frío,
O tiraros la pelota entre vosotros,
Como ellos esperan?

¿Llamar poesía a la ropa que suele llevar la poesía
(Desde los rotos en el culo hasta los estampados),
O dejarte enganchar en la melancolía
De tu cuerpo fláccido cuando boga
En natural instinto hacia la realidad?

¿Las voces que miran negras desde los instersticios,
O la voz común que designa en las etiquetas
Las mercancías, delimitadas y edulcoradas al punto?

¿Verter en la taza que te dan
O no pensar si te bautizará gusano
La luz que explota al surgir de la tierra?

                                                                                                          © Luis de la Rosa

jueves, 26 de noviembre de 2015

Homenaje a Kafka en el centenario de "La metamorfosis"


Sólo ganaste la inmortalidad.

Tus escritos, como lanzas,
No cortaban en ningún punto de su longitud.
Sólo hacia adelante, en otro empuje
Distinto del de tus días.

El valor de cambio de tu papel moneda
Era cero en lo que rodeó tu cuerpo físico.
Sólo la luz que se escapaba como de un espejo
Herido por el sol, de tus páginas,
Crearía un incendio allá en la distancia.

Lo determinante de tu historia
- No de la tuya, sino de la más tuya,
De la que creaste -
No fue la inexorabilidad de la condena
O la inaccesibilidad eterna del castillo.
Fue la ignición imparable del éxito
Pero solo al final de una larga cruel línea recta,
Toda imaginaria, nada extensiva,
Ante la que el carnal dulce cuerpo
 No tenía más que hacer
Que caer rendido antes de su metamorfosis.

                                                   © Luis de la Rosa

jueves, 5 de noviembre de 2015

Don de un niño

Imagen: "Niño asomado a la ventana", de Murillo.

Me dio de varias maneras:
Siendo mar que me abrió y me transportó con su oleaje, con su resaca;
Que desbordó mis ojos, que me apuñaló de vida
(Me conmovieron sus lágrimas);
Siendo boomerang que volvió con lozanía, con nueva llama
(Se resolvió su cuita);
Dándome la rama de olivo, el garabato de cielo abierto entre los opacos,
El frescor endulzado
De esta secuencia: "Gracias, Luis".
(Como la caricia de un bebé, inquietante y sublime,
Que viene desde un abajo - un arriba -
 Y te saca del agua sorda a no sé qué cielo
Que ruge detrás de sus ojos)

                                                             © Luis de la Rosa

sábado, 10 de octubre de 2015

El final del viaje


En memoria de Razvan, al que la muerte atrapó en
un absurdo accidente mientras esperaba en su coche.


El final del viaje fue la espera.

La visera de fastidio que ocupaba, sobrante,
Ese resquicio del día, ese minuto bisiesto,
Metió su cuerpo de ahora.
Arremetió en repentino empeño
De mostrar qué descomunal
Puede ser el cuerpo de un instante,
Qué rígidamente duro,
Qué caricia de desalojo
Contiene, cuando le pete,
Ese león yacente:
La vertical de nuestro segundo.

Y la mirada de quien fue barrido,
Aún palpitante de vida,
Horizontal en nuestro recuerdo,
Les dice al metal y a los inconscientes
Qué elásticamente eterna,
Qué líquidamente ubicua
Es la vida que una vez arañó
Con sus delicadas uñas
En los ojos,
En el huerto de los que una vez estuvieron.
                                             
                                                    © Luis de la Rosa

domingo, 4 de octubre de 2015

Errores del caminante

Autor: tOrange.biz. http://www.torange-es.com/

Olvidarse de cuáles son tus deslealtades, tus desobediencias.
No el perseguir espejismos; al menos los perseguiste.
Llamar nada a lo que fue algo, pero no colmó, no cuajó
- Ahí decora, colgado en tu aire.
No comprar tu alimento fresco porque lo viste sucio en el mercado
(Ya sé que solo entrevemos, ya sé que solo entrevemos).
Desenchufar el goce de algo con sentido, sólo porque no dio cosecha
(Mas la cosecha interna fue real: goce y armonía).
No hacer el viaje a tomar los frutos
- Frescos, colorados- del amanecer en descanso
(Bañado en mañana el cuerpo y en brasa de alba la mirada).
No coger toda mora que te mire viva desde las cunetas.
Optar por los cables de telégrafo que se deslizan hacia el horizonte
Y renunciar al lecho del suelo
(Luego siempre has fracasado: nunca has llegado al horizonte).
No escuchar las voces inoportunas, no inquietarte por oirlas
Cuando estás a otra música.
No dibujar la forma entera de la maldad, para ver su corporeidad, su curva,
Y así no ser líquido en charcos separados.

                                                                                                                           © Luis de la Rosa

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Semana laboral


Me gustaría romper ese hueso
Que me rompe los huesos,
Ese brillo blanco que, de lunes a viernes,
Traspasa mi tronco como pincho de brocheta,
Ocupa mi vida y le echa lejía
Dejándola balde de agua muerta.
Ese fórceps de mi yo entero
Que me hace subsistir pegado a sus paredes,
Tenso, esclavo, deslumbrado de luz blanca.
Ese globo en forma de serpiente
Que se hincha hasta tocar con su tela los años
Como tenia no dispuesta a dejar espacio a más.

Si es vivo, quiero matar a ese monstruo.
Si soy rata, para qué tengo conciencia.
Si soy conciencia errada, por qué lo siento lo más precioso.

                                                         © Luis de la Rosa

lunes, 14 de septiembre de 2015

Vídeo-poema de "La sombra de la tarde"


¡Hola a tod@s! Hoy os presento un vídeo que he pergeñado con un corto poema de mi nuevo libro "La sombra de la tarde". Es mi primera incursión en esto de los vídeos así que os pido que seáis benévol@s con el resultado. ¡Un saludo y espero que os guste!




También lo podéis ver en Youtube (con mejor calidad) pinchando en este enlace.

Poema de "La sombra de la tarde" en youtube

miércoles, 9 de septiembre de 2015

La voz de la lluvia


La lluvia teje laboriosa en las tejas.
La lluvia fríe apetitosa en los plásticos.
La lluvia acompaña con el frufrú
De su largo vestido de cola
A los coches que circulan por la calle.
Cuando la lluvia repiquetea irregular
Nos intenta decir algo con ahínco,
Como tratando de romper la tela
Que la separa de la razón de los humanos,
Cual los pájaros que cantando se interrumpen.
La lluvia nos avisa melancólica
De cuándo se acabaron sus fuerzas.
La lluvia alza la voz con furia inútil
Cuando quiere que callemos y evoquemos
Qué cerca esta ella, la naturaleza.


                                                     © Luis de la Rosa

sábado, 29 de agosto de 2015

¡¡¡NUEVO LIBRO DE POEMAS!!!


Tengo el enorme gusto de anunciaros que acabo de autoeditar un nuevo libro de poemas en Amazon, en la opción CreateSpace. Esto quiere decir que el libro está disponible en formato de papel. 

Su título, La sombra de la tarde

Estas son unas líneas para presentarlo, tal como las remití a Amazon:

En el mediodía de nuestra vida nada parece velarla: la luz cubre lo bueno y lo malo, lo repulsivo y lo atrayente, lo peligroso y lo banal. Pero lentamente empieza a alargarse la sombra proyectada desde el final, y esa sombra cambia el color y la temperatura de lo que vemos, cambia nuestra perspectiva, lo cambia todo. Como ser humano que está en el ecuador de una vida normal, esa sombra me ha empezado a afectar. A lo largo de varios años me he visto compelido a reflejar por escrito lo que pensaba, sentía y, a veces, descubría sobre la muerte. El resultado es este libro de poemas, que la aborda desde varios puntos de vista, así como otros temas relacionados con ella. Intenta ser un libro sereno, esencial y, como todo lo que escribo, sincero; incluso sacrificando artificio e imágenes. Intenta reflexionar también sobre la vida, que es lo que más nos debe importar. Porque a fin de cuentas, no se puede pintar totalmente la vida sin referirse a ese trazo que la delimita por el final, pero que también la dibuja. En definitiva, un libro para sentir, pensar y, espero, disfrutar de su lectura.  

Su precio en Europa es 7.90 euros y para los libros editados en Estados Unidos, 9.90 dólares.

Os adjunto el enlace de amazon.com en primer lugar.

Enlace a Amazon.com (precio en dólares)

Y ahora os dejo el amazon.es, donde el precio está en euros.

Enlace a Amazon.es (precio en euros)

lunes, 24 de agosto de 2015

Mar de noche en el pueblo con luces


Vacaciones: mar de noche en el pueblo con luces: vino que empapa la miga de los restos del sol en nuestros ojos; presencia mansa que se reúne con nuestros cuerpos curtidos del aire de esa misma presencia; cercanía de todo; sabia suavidad que se desliza en nuestra mirada y nuestros oídos para llevarla de caracola a los otros once meses sin espejos; noche que sopla un aliento humano siempre cerca de nuestro rostro; cuerpo a nuestro lado que juega a ser la materia de humectación perfecta; regalo nunca pensado de lo sencillo a nuestro nombre; noche número privilegiado que protege, con sus paredes como cuerpos, esa intimidad a medida; segmento eterno; círculo de dones que nos hace centro en todo momento aunque luego no nos acordemos de nuestro privilegio.
                                                                                                         © Luis de la Rosa

viernes, 14 de agosto de 2015

La luz no se corta



La luz no se corta.

¡Ser el suelo bajo su farola
Pero la pared tras su espalda!
¡El guardaespaldas de su sonrisa
Pero la flor de calor de sus besos!
¡Ser el porteador de sus palabras
Y el documentalista de sus quehaceres,
El alfarero del calor de su espalda
Y el arquitecto de la morada de sus ojos!
¡Ser la palangana que recoja su cara
Desfallecida por la excitación
Pero la masa que incorpore las letras
Que su movimiento engendre!
¡Jugar a que es la vida que me completa!
Tender todos mis lienzos para que pose sus recuerdos,
Sus acentos, sus olores, sus risas.
Sentir que hasta sus partidas
Eran líneas de lápiz que remataban el hermoso cuadro.
Colgarme de sus mi vida
Como de lianas para sostener la mía.

Saber que esa luz no se ha podido cortar del otro lado.

Y saber, sin embargo, que en un cuarto en penumbra,
De lógica sin viento,
La cuenta está bien hecha, aunque no se tenga en pie, de pena.

                                                                         
                                                                                © Luis de la Rosa

sábado, 8 de agosto de 2015

Subiendo en Río



Desde el nivel del simple trozo
De carne que camina y reacciona
A los pájaros y flores
Que el aire le manda,
Pesa la melancolía
De inmisericordes
Rebanadas de egoísmo,
Necesidad,
Apiladas unas sobre otras,
Escatimando la luz
Precisamente por asegurarla.
Pesa la oscura carga
De los que ejercen
De cardo de vestíbulo,
Que deslizan un bombón de tristeza
En la mirada de la noche,
Trofeos de las orgullosas verjas,
Algunas de las cuales caminan
Rubias e indiferentes frente al serio mar;
Pesa, pero de los árboles
- Amarilla y naranja en sus hojas voluptuosas -
Cae al suelo desnudez para mirarnos sensual
Cuando ya bajamos la vista;
De las paredes surge cacao humano
Con mirada de mangos y bananas;
De entre la música del aire surgen tensas
Alegrías graves o agudas
En los acentos que cabalgan por entre los humanos.
Mas todo esto lo miran con ojos tristísimos
Las confeitarias demasiado maquilladas
Para esconder su piel de vieja pálida,
Los salaos de beleza de butacas cabizbajas
Y las frágiles casas antiguas
De colores pastel
Humilladas por las grises
Atletas altas e ignorantes.

Ahora, este plano sin más horizonte
Que escuadrones de bólidos echándose encima
Indiferentes y macarras;
Que gigantes que están en tu camino pero no llegan a verte,
Porque sus caras largas llegan más alto que el sol;
Que colores pastel perdidos entre los grises
Para, siendo moribundos, recordarte el precipicio...
Todo esto al subir va perdiendo peso,
Muriendo a la luz y resucitando
En cadáver exquisito de brillo;
Se le abren cinturas, le crecen
Pechos erguidos y majestuosas caderas;
Se abandona femenino a la neblina
Que acaricie la piel gozosa de sus pliegues,
Y devuelve la sonrisa al sol.
Nace y crece como con una levadura
Que parece esconder algún secreto,
El secreto de una fórmula bien calculada.

El "Cristo Redentor" desde arriba y desde lejos
(Desde abajo es solo un cansancio inexpresivo en la montaña)
Comprende en su mirada tranquila la paradoja
Y en pétreo silencio la ratifica.



                                                                                            © Luis de la Rosa

sábado, 25 de julio de 2015

Los ríos

Foto de Davide Restivo

Si nuestras vidas son los ríos
Que van a dar a la mar,
Es que somos una gota
Confundida con el resto del continuo
Pero que por su consciencia se cree única
Que simplemente es arrastrada cuesta abajo
Con más o menos fuerza
Y que, desde su punto de vista,
Poco puede atisbar lo que le espera
(Sólo mirar al cielo
Y ser castigada por su sol o abrazada por su lluvia),
Aunque no deja de ser previsible.
La gota cree que construye y se vuelve más sabia,
Cree que tiene derecho a esperar algo mejor,
Y efectivamente hay cambio,
Hay cambio en el curso medio y bajo,
Hay ciudades y pueblos que distraen;
Pero el río sigue siendo el que te trae.
                                                                 
                                                     © Luis de la Rosa

domingo, 12 de julio de 2015

Hacia la ciudad de las flores


Hay una flor
Que salta, violeta, de bocas de metal,
Que brinca de recuerdo a tono de mensaje,
De luz tenue de bar a luz tenue de bar.

Por una flor,
En un mundo de coches aparcados o maniobrando,
O donde las voces se galvanizan para cubrir a las personas;
Por una flor se tira al suelo lo racional
Y se lanza uno a correr en la oscuridad.

Y luego condescenderán
En su mundo de piedras fijadas al suelo:
"¿No veía lo que arriesgaba
Por el simple señuelo de una flor?"


                                                                                        © Luis de la Rosa

domingo, 14 de junio de 2015

Menos mal que existe Italia

Imagen: Duomo de Florencia, foto de Rodrigo Soldon https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/


Parece casi imposible que exista Italia,
Ese estrecho acanalamiento de la vida hacia el cielo
Que, sin embargo, no provoca dejar el suelo.

De cuento, que en colinas de Toscana
Descansen pardos leones majestuosos
Soñando con blanquiverdes gacelas.

Menos mal que en cuadrados garibaldianos
Las casas van vestidas de domingo
Sin perder la traviesa inocencia
De quien sale a la calle con alegría.

Menos mal que entre tierra y mar el ocaso
Compactó una maravilla perezosa
De calli de luz con melenas de agua,
O la señora agua creó un palacio para su servicio.

Menos mal que existe esa excepción
De belleza sin medida en la medianía humana
Y así el sueño loco puede hallar su espacio
Y la esperanza sentir una aprensión incrédula
Al notar que no está decepcionada.

                                                    © Luis de la Rosa